jueves, 3 de diciembre de 2009

Soy una mamá...

Que clase de madre soy??? me pregunto de modo casi permanente. No estoy segura, sé que soy una buena madre, sin embargo, soy algo descuidada en ciertas cosas para lo que otras mamás son obsesivas...
El bolso de Fiore no está impecablemente ordenado
No tiene centenares de juguetes.
Frecuentemente olvido ponerle zapatitos (será porque aun no los usa)
No la tengo en brazos demasiado tiempo, prefiero que esté en el corralito o en su colchoneta.
Si la pica un mosquito no lo transformo en una tragedia
Si se golpea jugando en el piso, la abrazo y pienso: un golpe inevitable y necesario. No le pego con saña al piso diciendo"malo, malo piso, no le pegue a la nena". Si Fiore cree que la culpa de su golpe la tiene el piso o la mesa, no hará nada para evitarlo, ya que no es por sus actos que se golpea sino porque los objetos son "muy malos y le pegan a los chicos".
Tal vez, el cambio inexorable que he experimentado, quizá el reordenamiento de prioridades que me he visto obligada a hacer, a la postre, me han llevado a ser la mamá que soy, tan distinta de la que siempre imaginé ser.
Sus juguetes no son demasiados, pero están cuidadosamente seleccionados, deben ser seguros, didácticos y divertidos, les aseguro que es difícil conseguir juguetes que reunan las tres características
Olvido los zapatos, pero su ropita es preciosa, muchas prendas se la he hecho yo misma, no por necesidad económica sino de otra naturaleza.
Su bolso esta desordenado pero no falta nada para su perfecto cuidado, incluso para imprevistos.
Los golpes son necesarios, pero me ocupo de que sean los menos posibles. Ahora que Fiore está mas en el piso, en casa estamos empezando a redondear los bordes de todo lo que pudiera lastimarla.
Dificilmente falte a sus terapias, salvo que esté enferma, ella, si la enferma soy yo o papá, vamos igual.
En casa no falta nada de lo que tienen en el centro de rehabilitación, colchoneta, almohadones de todos las formas y tamaños, rodillo, herradura, dona.
Me adelanto a cualquier problema de salud, me informo y la controlo con rigurosidad.
Aun en el momento de mayor agotamiento y preocupación, tengo para Fiore mi mejor sonrisa, y créanme, en ocasiones cuesta mucho.
Mamá dedicada, amorosa, obsesiva, descuidada, pragmática... ? quizá de todo un poco, quizá no.
Existe algo de lo que estoy absolutamente segura y es que aún no hay nada en este mundo capaz de vencer la perseverancia, la fuerza y el valor que he desarrollado por sacar adelante a mi hija.
Evangelina

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